Anasagasti advierte de que tendrían que pasar cuarenta generaciones para que se olvidara aquella iniciativa

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha reconocido este martes que aún quedan «muchas deudas» con el pasado de España que «no han sido todavía cubiertas», como el Valle de los Caídos o los restos de Francisco Franco allí enterrados.

Durante la sesión de control al Ejecutivo celebrada en el Senado, Jáuregui ha recordado que la Ley de la Memoria Histórica contempla la transformación del Valle de los Caídos para convertirlo en un lugar «de la reconciliación» y de memoria democrática.

Para ello, se ha creado una Comisión de Expertos que estudiará el asunto y, en un plazo de cinco meses, propondrá las medidas a tomar. «Nos hemos dirigido a los expertos para que nos digan cómo honramos a las víctimas, cuando nos den las propuestas, actuaremos», ha garantizado el ministro.

Jáuregui ha respondido así al senador del PNV Iñaki Anasagasti, que ha calificado como «una vergüenza» que aún continúe en pie el Valle de los Caídos, «un símbolo del fascismo», tan cerca de Madrid y ha emplazado al Gobierno a tomar una decisión rápida y ordenar el traslado de los restos de Franco a un cementerio. «Tomen la decisión, consultando con la familia, cosa que agradecerán y que Franco jamás hizo con los fusilados que están en las cunetas», ha emplazado.

El ministro ha reconocido que han pasado 34 años del inicio de la transición y aún quedan «muchas deudas con el pasado». Y entre las «materias pendientes» ha situado la transformación del Valle de los Caídos. «Es una cuestión que afortunadamente tuvo una amplia mayoría en el Parlamento para transformarlo en un lugar de memoria democrática en el que sea posible que se ejercite el espíritu reconciliatorio que presidió nuestra transición», ha subrayado.

Jáuregui no ha querido detallar los planes del Gobierno sobre los restos de Franco y ha insistido en que el Ejecutivo esperará para actuar a las recomendaciones que realice la Comisión de Expertos. La pasada semana, el ministro había señalado El Pardo como posible ubicación de los restos del dictador, ya que allí se encuentra enterrada su mujer.

«EL GOBIERNO TIENE QUE ACTUAR»

A Anasagasti no le ha «convencido» la explicación de Jáuregui y ha preguntado qué pasará si dentro de cinco meses la comisión de expertos dice que Franco debe quedarse donde está o «que lo manden al Santo Sepulcro para que el tercer día resucite». «Imagínese, eso puede ser una de las posibilidades», ha ironizado.

Según ha recordado, en Berlín no existe un monumento a Adolf Hitler, en Roma a Benito Mussolini o en Lisboa a António de Oliveira Salazar, por lo que ha lamentado que «todavía haya que estar discutiéndolo» en España. «Lo que el Gobierno tiene que hacer es actuar», ha insistido.

Además, ha recordado las palabras del político vasco Juan de Ajuriaguerra defendiendo que lo mejor que se podía hacer con el Valle de los Caídos era «volarlo» y ha advertido de que no se va a lograr convertirlo en un lugar de memoria reconciliada como desea el Gobierno. «Tendrían que pasar cuarenta generaciones para que se olvidara lo que fue aquella iniciativa de un asesino, dictador y cruel que se vengó de gentes que se habían opuesto a su iniciativa contra la legalidad republicana», ha subrayado.

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7 commentarios

tato · 23 junio, 2011 a las 15:44

Los primeros que atentaron contra la legalidad republicana fueron Ajuriaguerra y el PNV ,en el pacto de Santoña del cual no quieren ni hablar ,dejaron tirados a cantabros y asturianos ,perdiendose el norte peninsular fundamental en el transcurso de la guerra ,ah que no importaba España ,que era mas importante salvar su pellejo.

Luz Trujillo · 22 junio, 2011 a las 16:55

Guripa, magistral exposición. Lo has dicho todo y nada queda por decir, salvo que yo no espero que seamos dignos de defender nuestra historia y nuestra nación, sino, que ya somos dignos de defenderla, y algunos o espero que muchos, esa defensa la llevemos hasta las últimas consecuencias. Yo estoy dispuesta y preparada para ello.

Guripa · 22 junio, 2011 a las 8:05

Volviendo al asunto de las cuentas pendientes de Jáuregui, el ex-cristiano, como él se ha definido, leamos un poco más de Historia, con mayúsculas:

Fuente de toda la información:

http://www.generalisimofranco.com/VIDAS/largo_caballero/discurso_guerracivilista1933.htm

En 1921 los contrarios a la Internacional Comunista habían ganado por poca diferencia en el seno del PSOE. Largo Caballero se declaraba entonces “reformista”. Un partidario de la III Internacional y del acercamiento que ella suponía a los dictados de Moscú, describía así a Largo Caballero: “Cuando habla, insulta; cuando calla, envenena el ambiente con su silencio; cuando mira, pronostica denuestos. Acusa con reticencias y silencios de refinada hipocresía y maldad. Jamás es sincero. Siempre en guardia, almacena cifras y datos de personas para su día. No combate con ideas, sino con anécdotas. Utilitario y egoísta, cree que le ha llegado la hora de cosechar.»

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¿A alguien se le viene a la mente el nombre de Rublacaba?
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Un poco más sobre este socialista añorado, apodado «el Lenin español»

Tanto Largo Caballero como Indalecio Prieto vetaban la inclusión de homosexuales en las listas electorales del PSOE porque consideraban que alguien “indigno” (textual) no podía figurar en ellas.

Aunque a lo largo de toda su madurez no gustase hablar de ello, aprendió las primeras letras en escuelas religiosas, concretamente en los Escolapios primero y en la escuela de San Antón de Granada después.

Algunas de sus hazañas:

Con Largo Caballero como Presidente (5 de septiembre de 1936), las checas del PSOE, creadas a imitación de las soviéticas, asesinan, violan y roban, desatando el terror en muchos lugares de España, especialmente en Madrid, Barcelona y Valencia. Ser sospechoso de reaccionario, haber acudido a misa con regularidad, o leer el “ABC” eran motivos suficientes para sufrir toda suerte de torturas por parte de los socialistas. Entre septiembre y diciembre de 1936, no menos de 12.000 personas fueron asesinadas en Madrid. Religiosos, gentes de derechas, burgueses, intelectuales, desafectos al régimen frentepopulista o simplemente victimas de ajustes de cuentas personales, sufrieron torturas y perdieron la vida.

Las temibles checas socialistas también se usaron para eliminar a gente apolítica o incluso de izquierda. Así, misteriosamente desaparecieron algunos enemigos políticos del propio Largo Caballero como Marcelino Valentín Gamazo, fiscal general de la República, que le había acusado por los sucesos de octubre de 1934, en estricto cumplimiento de sus deberes dentro de la legalidad republicana. El 5 de agosto de 1936, un grupo de milicianos llegó a la casa de campo de Rubielos Altos donde residía Gamazo con su familia y, tras realizar un registro y proceder a destrozar los objetos religiosos, comenzaron a golpearle delante de sus hijos pequeños a pesar de sus súplicas para que ahorraran a los niños aquel espectáculo. A las doce y media de la noche, en el paraje conocido como Cerrajón, del término de Tevar (Cuenca), Marcelino Valentín Gamazo y sus hijos José Antonio, Javier y Luis de 21, 20 y 17 años respectivamente fueron fusilados.

Ángel Aldecoa Jiménez, magistrado de 58 años, que fue detenido porque había juzgado un atentado relacionado con Largo Caballero, al parecer no de la manera que hubiera complacido al dirigente socialista, pagó su independencia judicial frente al PSOE con el fusilamiento.

Sigamos con las deudas pendientes, señor Jáuregui:

El 13 de septiembre de 1936, mediante decreto reservado refrendado por el Presidente de la República Manuel Azaña, el gobierno presidido por Largo Caballero autorizaba al ministro de Hacienda, el también socialista Juan Negrín López, a trasladar las reservas de oro, plata y papel moneda del Banco de España “al lugar que estime de más seguridad”. El lugar elegido por este triunvirato fue la Unión Soviética. Tan seguro era que del tesoro nunca más se supo, ante el beneplácito y alegría de Stalin.

Sobre el valor de lo transportado basta decir que las reservas del Banco de España ocupaban el cuarto lugar en la clasificación mundial después de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Entre 8.000 y 10.000 cajas fueron trasladadas al puerto de Cartagena y allí embarcadas en cuatro buques a Odessa. Uno de los miembros del Comisariado del Pueblo para las Finanzas de la Unión Soviética que colaboró en el desembarco, escribió que “si todas las cajas de oro que apilamos en los muelles de Odessa se colocaran aquí una al lado de la otra, cubrirían completamente la Plaza Roja”. (695 m. de longitud por 130 m. de ancho)

Se completaba así el mayor robo de las arcas estatales que jamás haya sufrido España. Los responsables, cómo no, los socialistas liderados entonces por Largo Caballero. Esta decisión de trasladar el oro fue tomada de la forma más oscura por tres ministros socialistas (Largo Caballero, Prieto y, sobre todo, el propio Negrín, entonces ministro de Hacienda), contraviniendo diversas leyes y al margen del resto del Gobierno y del mismísimo presidente de la República, Manuel Azaña.

Como recuerdo y homenaje a tan insigne personaje socialista, no es de extrañar que le erigiesen los sociatas y demás tropas izquierdistas, un monumento en los Nuevos Ministerios de la capital de España. Y como tal sigue en pie, gracias a la falacia de la Memoria Histórica (Histérica), que actúa en plan talibán, única y exclusivamente contra toda simbología ‘fascista’, dejando incólume a la de los amantes de la ‘democracia y de la libertad’, como es el caso de ese promotor de la guerra civil y demás secuaces…

Y ahora, señor Jáuregui, ¿quiere usted, como ministro y miembro del PSOE, dedicar algún esfuerzo desde el poder para saldar estas deudas que su partido y sus admirados ideólogos y presursores de la ruina de España tienen con TODOS LOS ESPAÑOLES?

Guripa · 21 junio, 2011 a las 22:54

Ahora deberían reflexionar TODOS LOS ESPAÑOLES que siguen haciendo el juego al PSOE y a sus secuaces, todos esos españoles que están siendo manipulados por estos indignos políticos actuales, si a quienes dicen defender e imitar, a quienes nombran como sus padres ideológicos, merecen algún tipo de consideración o respeto. Esa gentuza que contaminó la política española en los años treinta, que hizo todo lo posible por hacer inevitable el Alzamiento del 18 de julio, no contra legalidad republicana, como repiten mentirosamente, sino contra la ilegalidad que se había adueñado de la República por culpa del Frente Popular, por culpa del PSOE, PCE, ERC, PNV, CNT y UGT, son quiénes para persistir en la mentira, la manipulación y la destrucción de lo conseguido hasta ahora entre TODOS LOS ESPAÑOLES.

Guripa · 21 junio, 2011 a las 22:47

No puedo olvidarme de un insigne ídolo actual de los socialistas. Aquí traigo algunas frases del asesino de Paracuellos, Santiago Carrillo Solares, cuyo hijo es hoy rector de la Universidad Complutense de Madrid, y que ha sido nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid el 20 de octubre de 2005, por sus «extraordinarios méritos, y de forma significada a su contribución a la política de reconciliación nacional, y su decisiva aportación al proceso de transición democrática en España».

Esos méritos seguramente se encuentran inscritos en estas frases, pronunciadas en la entrevista que la ya fallecida Oriana Fallaci, el 10 de octubre de 1975, para el semanario L’Europeo. Nunca ha sido desmentida:

«Yo soy un hombre político. Soy un comunista. Soy un revolucionario. Y la revolución no me da miedo. He crecido soñándola, preparándola. Pero cuando hablo de revolución no hablo de bombas y de guerrillas: hablo de abolir lo que se llama explotación del hombre por el hombre, hablo de la libertad y de los hombres. Y añado: yo no condeno la violencia, no estoy contra la violencia en cualquier caso. La acepto cuando es necesaria. Y si la revolución necesitara en España de la violencia, como ya la han necesitado en otros países, estaré listo para ejercerla. No podría jamás colocar una bomba bajo el automóvil de Carrero Blanco, pero puede estar segura de que si mañana fuera necesaria una insurrección usted me vería con el revólver en la mano.»

«He hecho la guerrilla cuando creía en la guerrilla. Durante nueve años. No sé si soy un buen tirador, pero sé que apuntaba con cuidado: para matar. Y he matado. Y no estoy seguro de que esto me guste, aunque no me arrepiento de haberlo hecho. Y digo: una guerra civil, una guerra revolucionaria, puede ser exaltante, pero es repulsiva. Encuentras siempre a alguien a quien le gusta matar. Alguien que luego aprende a matar en frío, a hacer represiones.»

«Donde los comunistas han triunfado, la libertad ha sufrido. Y han sufrido también determinados derechos humanos, sí. Pero donde han triunfado los socialdemócratas, el socialismo no se ha realizado. Ha quedado sólo la libertad, y a veces restringida. (…)»

«Qué quiere que le diga de Juan Carlos? Es una marioneta que Franco manipula como quiere, un pobrecito incapaz de cualquier dignidad y sentido político. Es un tontín que está metido hasta el cuello en una aventura que le costará cara. Le explico en seguida quién es Juan Carlos. Estaba de vacaciones en las Baleares cuando Franco le llama: “Ven aquí.” Él corre a Galicia, como un niño obediente, y Franco le enseña un papel: “Mira, la nueva ley antiterrorista. ¿Es buena, eh?” Y Juan Carlos: “Sí, buena.” Y Franco: “Bien, ahora puedes volver a las Baleares.” Todos se preguntaban: “¿A qué ha ido Juan Carlos a Galicia?” No había ido a hacer nada, había ido a leer ese Decreto y decir: “Sí, bueno.” Simplemente porque ese día Franco tenía ganas de fastidiarle a él también. ¿Qué posibilidades tiene Juan Carlos? Todo lo más ser rey durante unos meses. Si hubiese roto hace tiempo con Franco, habría podido encontrar una base de apoyo. Ahora ya no tiene ni ésa, y es despreciado por todos. Yo preferiría que hiciese las maletas y se marchara junto a su padre diciendo: “Remito la Monarquía en las manos del pueblo.” Si no lo hace, acaba mal. Acaba realmente mal. Corre incluso el riesgo de que lo maten.»

En la bochornosa noche del homenaje al “duque de Paracuellos”, entre los telegramas de adhesión que se leyeron, no faltó el de S.M el Rey Juan Carlos I, en el que le transmitía “su respeto y amistad fraguada durante muchos años”. De esa forma le agradecía los “piropos” que le había dedicado Carrillo en el año 1975…

Fuente:

http://www.generalisimofranco.com/MARTIRES/paracuellos/001.HTM

Guripa · 21 junio, 2011 a las 21:26

Efectivamente quedan muchas deudas con el pasado de España que aún no han sido cubiertas. Podemos empezar, es más, debemos empezar, aclarando la verdadera naturaleza del PSOE, quiénes fueron sus fundadores y cuáles sus principios ideológicos, por llamar de alguna forma a sus crrencias totalitarias y violentas. Podemos recordar, por ejemplo, porqué incluyen la letra E en sus siglas: «Curiosamente el Partido Socialista surgió en sus comienzos sin la E de español, ya que absolutamente fundamentado en el pensamiento marxista, no podía contemplar con agrado la idea de nación especialmente cuando su visión del mundo –errónea por otra parte– era la de una sociedad dividida únicamente en dos clases antagónicas, la burguesía y el proletariado. La E acabaría apareciendo pero siempre a regañadientes por su dificultad para encajarla en la ortodoxia marxista.»

Podemos seguir mencionando la implicación de Pablo Iglesias en la Semana Trágica de Barcelona y sus declaraciones del 7 de julio de 1909, su primera intervención en el Congreso: «El partido al que yo represento aspira a concluir con los antagonismos sociales, a establecer la solidaridad humana, y esta aspiración lleva consigo la supresión de la Magistratura, la supresión de la Iglesia, la supresión del Ejército, y la supresión de otras Instituciones necesarias para ese régimen de insolidaridad y antagonismo». Y también dijo: «El partido socialista viene a buscar aquí lo que de utilidad puede hallar, pero la totalidad de su ideal no está aquí; la totalidad entiende que ha de obtenerse de otro modo. Es decir, que este partido… estará en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad, como han estado todos los partidos, cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones».

A las 18:25, el presidente de la Cámara, Conde de Romanones, vuelve a dar la palabra a Pablo Iglesias, que 40 minutos antes había pedido un descanso por hallarse fatigado, y se desarrolla el siguiente diálogo:

Pablo Iglesias.- Y el compromiso adquirido por esta conjunción (republicano-socialista) cuando el señor Maura seguía en el mando era derribarle del poder, considerarle un peligro para los intereses del país, para la libertad, para todo lo que aquí debemos defender. Y no solamente derribarlo, sino trabajar para impedir que Su Señoría (en adelante SS) pudiera volver a él. Y como entendíamos que podía no bastar esto y que además había otras razones, como garantía de que SS no vuelva al poder, ya que SS entiende que no se debe retirar de la política, viendo la inclinación del Régimen hacia SS, comprometernos para derribar ese Régimen.

El presidente.- Orden, orden, Sr. Iglesias, no se puede discutir el Régimen.

Pablo Iglesias.- Hagan las protestas que hagan, lo mantengo…Tal ha sido la indignación producida por la política del Gobierno presidido por el Sr. Maura en los elementos proletarios, que nosotros, de quienes se dice que no estimamos a nuestra nación, que no estimamos los intereses de nuestro país, amándolo de veras, sintiendo las desdichas de todos, hemos llegado al extremo de considerar que antes que SS suba al poder debemos llegar hasta el atentado personal.

El presidente.- ¡Orden, orden, señor Iglesias! SS no puede ampararse en la inmunidad parlamentaria para cometer un delito. Por lo tanto SS tiene que retirar esas palabras y darlas por no dichas. No puede continuar SS mientras no rectifique sus palabras. ¡No faltaba más! ¡Orden, orden señores diputados! Señor Iglesias, ruego a SS que oiga las indicaciones de la Presidencia.

A partir de aquí tiene lugar un diálogo surrealista, en el que Romanones trata de hacer entender una y otra vez a Pablo Iglesias que las amenazas de muerte son incompatibles con los usos parlamentarios y el diputado socialista se afirma una y otra vez en lo dicho.

Pablo Iglesias.- Manifestaba antes que yo no quería venir con nada que significase… Recordaba esto, citaba esto para demostrar el estado de ánimo, no mío solamente, sino de las fuerzas que yo represento, y para que no se creyera que esto que había dicho fuera del Parlamento no tenía la sinceridad de decirlo aquí.

(…)

Lo he dicho por esa razón.

El presidente.- A mí no me importa la razón de haberlo dicho. SS tiene que darlo por no dicho.

Pablo Iglesias.- Lo he dicho por esa razón.

El presidente.- (…) Señor Iglesias, invito a SS por última vez a que retire esas palabras (…)

Pablo Iglesias.- ¿Por qué?

El presidente.- Porque no ha debido pronunciarlas.

Pablo Iglesias.- Voy a explicarlas.

El presidente.- Hay que retirarlas.

Pablo Iglesias.- ¿No puedo explicarlas? Pues no las retiro.

El presidente.- Señor Iglesias, SS tiene suficiente dominio de la palabra para poder acceder a esta petición, sin mengua ninguna de sus prestigios. Su señoría ha dicho una cosa que no podía decir, y tengo la seguridad de que ahora estará pesaroso de haberla dicho, porque aquí la inmunidad parlamentaria no está para venir a cometer delitos y lo que ha dicho SS constituye un delito.

Pablo Iglesias.- Su señoría ha hablado de retirarlas y yo he hablado de explicarlas.

Un diputado pide que se lea el artículo 148 del Reglamento, se establece una discusión sobre si es aplicable al caso, que finalmente parece que no lo es, intervienen varios diputados, entre los que destaca el presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas, que medió en dos ocasiones para que Pablo Iglesias aceptara tener por no enunciada la amenaza de atentado contra Antonio Maura, y Eduardo Dato que recriminó a Pablo Iglesias su intervención.

El 22 de julio de 1910, quince días después de esta sesión, Antonio Maura sufrió un atentado, cuando se encontraba en la estación de Francia de Barcelona, procedente de Madrid. El joven socialista Manuel Posa Roca, disparó contra él, resultando herido en una pierna y un brazo.

Al día siguiente se formulaba una protesta en el Congreso a la que, lógicamente, Pablo Iglesias, no se adhirió.

En aquel entonces corrió la siguiente frase: “Pablo Iglesias apuntó al objetivo y Posa disparó contra él”.

Algunas citas y frases de Pablo Iglesias:

• «Queremos la muerte de la Iglesia… para ello educamos a los hombres, y así les quitamos la conciencia… No combatimos a los frailes para ensalzar a los curas. Nada de medias tintas. Queremos que desaparezcan los unos y los otros». (En el VI Congreso del PSOE en Gijón)

• «No nos interesa hacer buenos obreros y empleados, buenos comerciantes. Queremos destruir la sociedad actual desde sus comienzos».

Éste era pablo Iglesias, de quien no sólo no se han desmarcado nunca los socialistas actuales, sino que han celebrado hace poco el centenario de este primer discurso en el Congreso.

Otro gran socialista, Ángel Galarza, merece ser citado aquí también:

Ángel Galarza Gago, marxista recalcitrante, pasó en 1933 a militar en el PSOE, en cuyo partido obtuvo en 1936, acta por Zamora.

En agosto de 1936, en un acto público celebrado en Menorca, entre otras cosas, dijo: «A mí…el asesinato de Calvo Sotelo me produjo un sentimiento … el sentimiento de no haber participado en su ejecución».

Ángel Galarza fue protagonista principal de los desmanes cometidos en territorio sometido al gobierno de la República desde el 5 de septiembre de 1936 hasta el 18 de mayo de 1937. Este periodo de ocho meses fue terrible por lo que a la persecución política, civil y religiosa se refiere. Se produjeron, por parte de los republicanos, miles de «paseos» y fusilamientos, incluidos los crímenes de Paracuellos de Jarama. Galarza también permitió las famosas sacas de los detenidos en las prisiones, que fueron fusilados sin juicio previo, por razones políticas y religiosas.

Otros grandes socialistas:

Agapito García Atadell, afiliado al PSOE en el año 1928, mantuvo una buena relación de amistad con Indalecio Prieto. Al estallar la Guerra Civil creó y organizó en Madrid la Brigada de Investigación Criminal, también llamada Milicias Populares de Investigación, con las que cometió robos, saqueos y asesinatos, con el beneplácito de las autoridades republicanas. Organizó la llamada “checa Atadell”.

Ya Largo Caballero como Presidente del Gobierno y ante el avance de Franco hacia Madrid se decreta el fusilamiento de miles de presos civiles en Paracuellos del Jarama, actos de cuya responsabilidad recaban en Santiago Carrillo.

Desde que un puñado de rigurosos tipógrafos alumbrara su partido en tabernas y cafés decimonónicos, hasta los vaivenes del posmoderno socialismo español, unas mismas siglas han mordido el polvo y se han coronado de laurel, han sangrado y ensangrentado, han dado doctrinarismo y pragmatismo, intentos de golpes de Estado y sacrificios heroicos, revoluciones armadas y alineamiento occidental, sovietismo y atlantismo, probidad y corrupción, exilios exasperantes y gobiernos inexpugnables. El partido de los asesinos de Calvo Sotelo y del chequista García Atadell es el de los profesores Julián Besteiro y Fernando de los Ríos. Indalecio Prieto, que preparaba la guerra en 1934, instará a los maquis a abandonar en el 1946. Bajo el gobierno de Felipe González, España entró en Europa y se generalizó la corrupción, permanecimos en la OTAN (después de la campaña socialista de “OTAN, de entrada No”), y se organizó el terrorismo de Estado. Las siglas del PSOE, significan demasiadas cosas a la vez, predominando en gran manera el fracaso más absoluto y rotundo, evidenciado claramente por el aún presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero…

Estos textos han sido copiados del siguiente enlace:

http://www.generalisimofranco.com/VIDAS/pablo_iglesias/002.htm

Hay que recordarles a todos éstos, que se jactan de rojos sabiendo bien a lo que equivale, que LOS ESPAÑOLES NOS RECONCILIAMOS YA, a lo largo de los 39 años de paz, estabilidad y progreso que vivimos bajo la dirección de Francisco Franco, y que no fue hasta la Transición cuando las brasas del odio y de la venganza irracional fueron encendidas y agitadas, de nuevo, por la izquierda y los separatistas aldeanos, con la complicidad cobarde de una derecha acomplejada e incapaz de defender sus principios.

En cuanto al necio mayor del Señorío de Vizcaya, Anasagasti el alopécico sin dignidad, le diré que su comportamiento y sus frases le retratan perfectamente como un delincuente incendiario, indigno de participar en la política de pueblo o aldea alguno. Sabe perfectamente, lo que hace aún más culpable, que comparar a Francisco Franco con Hitler o Musolini es, además de una estupidez histórica, una miserable actuación de cinismo, pues mientras el Caudillo vivió PARA y POR su Patria, los otros personajes llevaron la destrucción y la miseria a sus pueblos. Quizá fuera una buena comparación la que se hiciera entre Stalin y Castro, por ejemplo, Mao Tse Tung o Lenin con Hugo Chávez, incluso la José Luis Rodríguez Zapatero con Forest Gump o Mr. Bean, aunque sin gracia.

Toda esta caterva de vividores de la división y la mentira, que medran en la política esquilmando el dinero de TODOS LOS ESPAÑOLES en sus desmanes y latrocinios, no son nadie para reescribir la Historia, ni son nadie para traer, de nuevo, el odio y la mentira a la nación más antigua de occidente. Deberán ser procesados y condenados en su momento, pues son innumerables los delitos cometidos contra la Patria.

Espero como español que seamos dignos de asumir la ingente tarea de defender nuestra historia y nuestra nación de estos pigmeos intelectuales y sus secuaces. Entre todos les desalojaremos del poder y les colocaremos en el lugar más a propiado a su calaña.

Virginia · 21 junio, 2011 a las 19:58

El monumento del Valle no es un monumento a Franco aunque esté enterrado allí.Es un monumento al Amor de Jesús al Padre y una plegaria continua para la reconciliación.Pido a Dios y a la Virgen que queden frustrados los planes de quienes buscan tomarse la justicia por su mano y bajo criterios tan perversos.

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