11M

Guripa · 11 marzo, 2012 a las 10:18

La mente es libre para conjeturar sobre temas de los que no dispone de toda la información. Por eso se llaman conjeturas las conclusiones a las que se llega en situaciones como ésta, la interesada falta de pruebas y la falsificación de otras muchas.

Vemos en las películas de policías que para investigar un crimen hay unos elementos básicos de la investigación: el arma del crimen, el asesino y el móvil que lleva a cometer el crimen. En el juicio del 11-M, que muchos tildan de ejemplo de instrucción y otros muchos califican de definitivo, no están determinados con absoluta precisión ninguno de esos tres elementos.

Pasemos a conjeturar. En la sentencia se dice que explotó goma-2 ECO y vale ya. Sabemos hoy que hay restos de tytadine en los focos de la explosión y ahora, casualmente, aparece otro vagón que se decía en la instrucción que no existía. El tytadine es el explosivo usado por ETA.

La sentencia ha llevado a la cárcel a personas acusadas de hacer explotar un explosivo que ahora sabemos no explotó en aquellos trenes.

En la sentencia no se ha podido establecer ningún móvil real, puesto que los condenados lo son en base a una prueba falsa, por lo que es la sentencia la que deja de juzgar con hechos y pasa a conjeturar con pruebas falsas.

Cada uno es libre de pensar lo que quiera, pero resultan evidentes los beneficiarios de aquellos crímenes. En España el PSOE alcanzó inesperadamente el poder cuando las encuentas decían lo contrario, y sus socios separatistas han obtenido enormes avances en la ruptura de nuestra patria y en la humillación de las víctimas. En el exterior España ha perdido todo el peso específico, el poder de influencia y el respeto de los demás países ante la UE en beneficio de Francia, como siempre, ante EE.UU. tras la deserción de nuestras tropas en Irak por orden del infame ZP, ante Marruecos en sus aspiraciones ilícitas en Ceuta, Melilla y las Islas Canarias, que ahora ve nuestra falta de apoyo internacional, especialmente el americano, como una nueva oportunidad para volver a la carga.

Como decía antes conjeturar es libre, pero también es cierto que aparte de ser honrado hay que parecerlo, y en este caso hay demasiada gente que no lo parece.

Las únicas pérdidas realmente irreparables en toda esta dramática historia son las de las víctimas del atentado. España entera tiene el deber de ayudar a que se les haga justicia. Si no es así no merecemos seguir siendo una nación.